Como si de un relato de ciencia-ficción se tratará, oímos hablar de impresoras que son capaces de reproducir objetos tridimensionales a partir de diseños creados por ordenador.
Existen desde hace unos 30 años, pero solo se han conocido a nivel industrial. ¿El motivo? El proceso de impresión resultaba tan largo y costoso que sólo se reservaba para la creación de prototipos.
Gracias a la empresa Makerbot estas impresoras han mejorado su funcionamiento, acortando el tiempo de fabricación y reduciendo su coste. Esto no sólo permite la creación de prototipos, sino también la elaboración de objetos en serie.
Los modelos comerciales que podemos encontrar en la actualidad son de dos tipos:
- de adición o de inyección de polímeros, en el que se va añadiendo, por capas, una resina de base acrílica en estado líquido, que va endureciéndose con luz ultravioleta.
- de compactación, en el que una masa de polvo de escayola, celulosa o también de base acrílica, ya sea por tinta o mediante láser, se compacta o polimeriza por estratos, necesitando un baño final que endurezca o haga más flexible a la pieza.
Hoy en día se emplea en la fabricación de piezas y componentes para la arquitectura o el diseño industrial. Piezas cuya construcción sería difícil o imposible mediante molde. También en la creación de prótesis médicas, donde su uso resulta ideal por la elaboración de formas que se adaptan a las necesidades exactas de cada paciente.
A continuación os dejamos con una charla dada por Lisa Harouni, co-fundadora de la empresa Digital Forming, para el canal TED, en la que explica las ventajas y posible uso de esta nueva tecnología:
Aunque las posibilidades aún son limitadas, se sigue estudiando sobre nuevos materiales de impresión y nuevas aplicaciones de diseño.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que en un futuro cualquier persona podrá diseñar y fabricar sus propios objetos en casa?
(Imágenes tomadas de Digital Forming y MakerBot).
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